El Cava es una bebida muy popular, pero pese a ello existe un desconocimiento de los tipos de cava que deriva en una elección equivocada para maridar.
Se trata de un vino espumoso que en su técnica de elaboración produce gas carbónico y este gas es el causante de su burbujas que crean su estupenda espuma.
El cava es un vino espumoso tan versátil que marida perfectamente con casi cada tipo de plato de nuestra variada cocina mediterránea. Esta versatilidad es debida a la acidez, frescor y aportación carbónica del cava, que armoniza con los cuatro sabores básicos : amargo, dulce, salado y ácido.
Además de la armonía con los cuatro sabores principales, es también importante tener presente que el Cava combina especialmente bien con los alimentos grasos. En general , los Cavas son conciliadores con muchos productos que son a veces difíciles de armonizar.
Ya no hay duda que el cava tiene un gran potencial y está literalmente transcendiendo de ser bebida de celebraciones a ser vino de acompañamiento
La cantidad de azúcar añadida es el indicativo de cada tipo de cava y según este pueden ser clasificados de la siguiente manera:
Cava extrabrut: Contiene 6 g/l de azúcar.
Cava Brut: la proporción de azúcar es de 15 g/l.
Cava Seco: Tiene entre 15 t 33 g/l. de azúcar.
Cava Semiseco: Entre 33 y 50 g/l
Cava Dulce: Es el que tiene una proporción de azúcar superior a 50 g/l.
Teniendo en cuenta que hay un gran abanico de tipos de cavas en función del azúcar las infinitas opciones de maridaje se disparan. El azúcar es una parte importantísima del maridaje. La regla general sería la siguiente:
- Aperitivos, como marisco, jamón, croquetas, canapés o queso, podemos elegir un Cava Brut.
- Marisco o pescados, un Cava Brut o Brut Reserva.
- Recetas de carnes, caza o asados, un Cava Brut Nature Gran Reserva
Para los postres, la mejor opción es un cava dulce o semiseco. Si se trata de fruta, cualquier tipo es válido
La pastelería, como la cocina, ha evolucionado también mucho en los últimos años. La tendencia hacia sabores dulces más ligeros, la utilización de frutas frescas (frutas rojas), la entrada de sabores salados, etc., permiten el maridaje de los Cavas menos dulces. Los aromas de larga crianza maridan de forma extraordinaria con los frutos secos en general.
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